domingo, 18 de junio de 2017

BLEFARITIS

BLEFARITIS 

El borde del párpado está dividido por la línea gris en dos partes: la anterior y la posterior. Las pestañas y las glándulas de Zeiss, que se asocian a los folículos de las pestañas, se originan por delante de la línea gris, mientras que las glándulas de Meibomio se originan por detrás de la misma, en la unión cutáneomucosa. La blefaritis es la Inflamación difusa y crónica del borde palpebral. Es la alteración ocular externa más observada en la practica clínica. La causa es una disfunción de las glándulas sebáceas que motiva una acumulación de secreciones y su posterior sobreinfección, en la que el germen mas comúnmente implicado es el estafilococo. No se conoce la etiología con exactitud, aunque se cree que las dos causas más importantes son la infección estafilocócica y la seborrea, y con frecuencia los tratamientos no dan resultados satisfactorios. Espuma, costras, acumulo de grasa e hiperemia en borde palpebral, son los hallazgos típicos de esta patología. 

Tipos: 

Blefaritis seborreica anterior: 
Exceso de secreción lipídica por parte de las glándulas de Zeis, asociada a menudo a dermatitis seborreica. Cursa con irritación crónica y escozor leve-moderado. El borde palpebral tiene un aspecto brillante, las pestañas son grasas y tiene adheridas escamas blandas en el borde palpebral asociándose una queratitis punteada en el tercio medio de la cornea. 

Blefaritis seborreica posterior: 
En esta, el exceso de secreción lipídica es producido por las glándulas de Meibomio, presentándose sola o asociada a dermatitis seborreica o acné rosacea y atopia. El acumulo de lípidos en la capa lagrimal produce espuma (seborrea meibomiana). 

Blefaritis estafilocócica: 
Infección de la base de las pestañas inicialmente asintomática y que posteriormente se manifiesta como irritación crónica, escozor, quemazón y fotofobia, es típico el empeoramiento matinal. Pueden apreciarse escamas duras y quebradizas en borde palpebral centrando la base de las pestañas y que pueden dejar ulceras sangrantes al retirarlas. En ocasiones se acompaña de conjuntivitis crónica. La forma ulcerativa es la más severa, pudiéndose producir una disminución de folículos que no pueden ser reemplazados. El diagnostico diferencial de la blefaritis se debe establecer con las conjuntivitis infecciosas, síndrome seco, queratitis toxica leves y cuadros víricos generalizados

El tratamiento de la blefaritis consiste en: 
• Correcta higiene palpebral, existiendo preparados comerciales en forma de jabones que ayudan a arrastrar el exceso de grasa acumulada en el borde palpebral. 
• Se puede practicar también la expresión mecánica de las glándulas de meibomio. 
• Las compresas calientes cada doce horas y las lagrimas artificiales, mejoran el cuadro en ocasiones.

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